Propiedad Intelectual en Empresas y Startups: Más Allá del Registro de Marcas
En un entorno empresarial altamente competitivo y cada vez más digital, la Propiedad Intelectual (PI) no puede ser tratada como un trámite aislado ni postergado hasta que el negocio esté en funcionamiento.
La PI debe ser concebida desde el inicio como un componente esencial de la estrategia corporativa, especialmente en el caso de startups y empresas en fase de crecimiento.
Estructurar una estrategia de PI desde el inicio
Toda empresa innovadora genera activos intangibles desde sus primeras etapas: marcas, software, diseños, invenciones, bases de datos, contenido, know-how, entre otros. Sin embargo, muchos emprendedores subestiman el valor de estos activos o desconocen los riesgos de no protegerlos adecuadamente.
Diseñar una estrategia de PI implica:
Identificar los activos intangibles clave: ¿Qué elementos del negocio aportan diferenciación o ventaja competitiva?
Asignar titularidad correctamente: Asegurar que los derechos de PI estén registrados a nombre de la sociedad y no de personas físicas (como fundadores, desarrolladores externos o freelancers).
Priorizar según impacto y riesgo: No todo debe protegerse de inmediato, pero sí lo que puede generar litigios, fuga de información o pérdida de posicionamiento.
Incluir cláusulas contractuales específicas en las relaciones laborales, de confidencialidad y de prestación de servicios para blindar la PI desde el punto de vista legal.
Una estrategia de PI bien estructurada también facilita rondas de inversión, adquisiciones, licencias o alianzas estratégicas, al otorgar seguridad jurídica sobre los activos de mayor valor.
¿Qué proteger primero: marca, patente o derechos de autor?
La prioridad dependerá del tipo de empresa y su modelo de negocio, pero algunos criterios generales pueden guiar la decisión:
Marca
Es lo primero que el público percibe y el elemento central de la identidad comercial. Su registro no solo otorga exclusividad, sino que también previene conflictos con terceros que podrían reclamar derechos previos.
Patentes
Si el modelo de negocio se basa en una innovación técnica (producto o proceso), el análisis de patentabilidad debe realizarse antes de cualquier divulgación pública.
Una patente otorga exclusividad por 20 años, pero su tramitación requiere inversión y asesoría técnica-jurídica especializada.
Derechos de autor
Protegen creaciones originales como software, contenido, diseño gráfico o audiovisual. No requieren registro para ser válidos, pero inscribirlos otorga ventajas probatorias en caso de disputa.
Errores comunes en la gestión de la propiedad intelectual y cómo evitarlos
La mayoría de los conflictos relacionados con la propiedad intelectual no son producto de malas prácticas deliberadas, sino de una gestión inadecuada derivada del desconocimiento, la desinformación o la falta de planificación estratégica.
Estos errores, si bien comunes, pueden tener consecuencias graves para el negocio, comprometiendo su valor comercial, su escalabilidad y su reputación.
A continuación, se detallan los errores más frecuentes y las medidas concretas para evitarlos:
Registrar la marca a nombre de una persona natural en lugar de la sociedad
Es habitual que, en las primeras etapas del emprendimiento, los fundadores realicen los trámites marcarios a título personal, sin prever la posterior formalización de la empresa. Esta práctica puede generar tensiones internas y conflictos legales en escenarios como:
Ingreso de nuevos socios o inversionistas.
Procesos de fusión o adquisición.
Disolución de la sociedad o salida de uno de los socios.
Solución: Desde el inicio, los derechos de PI deben ser titularizados a nombre de la persona jurídica. En caso de que ya existan registros a nombre de personas naturales, deben formalizarse las cesiones correspondientes.
No realizar una búsqueda de anterioridades antes de lanzar una marca
Registrar o utilizar una marca sin verificar si existen derechos previos puede derivar en:
Requerimientos o demandas por infracción.
Obligación de rebranding con costos asociados.
Imposibilidad de registrar dominios o cuentas en redes sociales vinculadas a la marca.
Solución: Antes de definir un nombre comercial, debe realizarse una búsqueda exhaustiva de antecedentes en las clases relevantes tanto a nivel nacional como internacional. Este análisis debe incluir marcas registradas, solicitadas y notorios de hecho.
Subestimar la necesidad de protección internacional
Muchas startups comienzan operando en un mercado local pero tienen proyección regional o global. En estos casos, posponer la protección internacional puede significar:
Pérdida de oportunidades de expansión por conflictos marcarios en el exterior.
Altos costos legales por disputas en otras jurisdicciones.
Dificultades en procesos de internacionalización o exportación.
Solución: Evaluar desde el inicio si el negocio puede beneficiarse de tratados internacionales como el Protocolo de Madrid, que permite solicitar protección de marca en múltiples países con una única solicitud, o el PCT (Patent Cooperation Treaty), en el caso de invenciones.
No considerar la PI en procesos de fundraising o due diligence
En procesos de inversión, la PI es uno de los activos más valorados. Si existen registros incompletos, cesiones pendientes, conflictos abiertos o falta de documentación, los potenciales inversores pueden retirarse o imponer condiciones desfavorables.
Solución: Preparar un informe de PI y carpeta documental completa, incluyendo registros, cesiones, contratos, y documentación de creación o desarrollo. Este dossier debe estar listo antes de cualquier ronda de capital.
Evitar estos errores no es solo una cuestión de cumplimiento legal, sino de estrategia empresarial. Una gestión proactiva de la PI puede acelerar el crecimiento, proteger el valor del negocio y fortalecer la posición competitiva de una empresa en cualquier etapa de su evolución.
La Propiedad Intelectual no es un lujo ni un mero trámite: es una inversión estratégica. Ignorarla puede comprometer el crecimiento, la reputación y la viabilidad legal de una empresa.
Contar con una estrategia de PI sólida desde el inicio es fundamental para consolidar un negocio con bases jurídicas firmes, que pueda escalar sin amenazas latentes.
Desde nuestro estudio, acompañamos a startups, scale-ups y empresas consolidadas en el diseño e implementación de estrategias de Propiedad Intelectual alineadas con sus objetivos de negocio.